Martiza López McBean, coordinadora de la Red Barrial Afrodescendiente en Matanzas en el Castillo de San Severino, construido por africanes esclavizades. En esta foto, habla con un grupo de visitantes, en su mayoría estadounidenses, que se conocerían como ASERE más adelante en el viaje. Foto de Louis Seyler, 2018.

Introducción a la Edicíon 1

Escrito y Traducido por Cindy García

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En junio de 2018, llevé a mis hijas a Cuba durante tres semanas en un viaje preliminar para aprender más sobre las prácticas de la vida cotidiana del antirracismo.1La historiadora cubana Marial Iglesias Utset (2003) teoriza las prácticas históricas de la vida cotidiana en Cuba, vinculando su marco teórico al de Michel DeCerteau (1988). Véase también Zuleica Romay (2015). Quería entender los contornos del racismo sesenta años después de la Revolución Cubana, una revolución que llevó a la reestructuración de la sociedad para eliminar las desigualdades y crear un pueblo cubano, sin distinción de raza. Como señalan muchos estudiosos de la raza en Cuba, antes de la Revolución de 1959, los cubanos negros enfrentaban discriminación en los sectores de educación, trabajo, salud y vivienda, entre otros. La reestructuración gubernamental mejoró drásticamente las condiciones de los cubanos negros. Escribe la socióloga Yulexis Almeida Junco, “Los cambios vividos en el panorama social de Cuba en los primeros años de la revolución lograron desmantelar en el orden público y, a nivel institucional, políticas discriminatorias basadas en el color de la piel. Posteriormente, se abordaron las desigualdades raciales, no tanto en su especificidad sino como una expresión de las diferencias de clase. Por lo tanto, su solución se implementó a partir de la creación de políticas orientadas a mejorar las condiciones socioeconómicas de los sectores más pobres del país ”(118). La Revolución implementó cambios que pretendían deshacer las disparidades raciales, sin embargo, las desigualdades han continuado, particularmente en el sector laboral.2Devyn Spence Benson lo presenta en su libro Antirracismo en Cuba: La Revolución Inconclusa (2016). Véase también Stephanie Nolen (2017). Mark Sawyer, por ejemplo, encuentra que “la educación desigual de los negros en la era prerrevolucionaria, así como su ubicación en los barrios y regiones más pobres y su participación en el sector azucarero de la economía, tuvo un impacto sustancial en la desigualdad racial relativa después de la revolución ”(Sawyer 2006, xviii). La jerarquía racial no ha desaparecido en Cuba, como iluminan los numerosos artículos sobre raza de AfroCubaWeb. Algunes han argumentado que las mujeres negras, en particular, son las más afectadas por estas desigualdades. En 2019, fui a Cuba por cinco meses para aprender sobre el activismo antirracista de la Red Barrial Afrodescendiente (RBA).

En 2019, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, pidió la eliminación de los “vestigios del racismo”, identificando la necesidad de discusiones en torno al racismo apoyadas a nivel nacional.3 “Cuba reconoce ‘vestigios’ de racismo, lanza programa para combatirlo” del 22 de noviembre de 2019, consultado el 30 de noviembre de 2019. https://www.reuters.com/article/us-cuba-racism/cuba-acknowledges-vestiges-of-racism-launches-program-to-fight-it-idUSKBN1XX00C En marzo de 2021, mis redes sociales se iluminaron con una imagen de Maritza López McBean en el Twitter del presidente con un mensaje que decía: “Soñar y continuar un país: conocí proyecto de Maritza López, líder de la Red Barrial Afrodescendiente. Proyectos así, que nacen desde el barrio, debemos sostenerlos en el tiempo. #SomosCuba #CubaViva.”4“Trabaja Cuba en Programa nacional contra el racismo y la discriminación racial,” 13 de marzo de 2013. http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/03/13/trabaja-cuba-en-programa-nacional-contra-el-racismo-y-la-discriminacion-racial/?fbclid=IwAR1utl76Kfr_Mhvs2uNIQShrsbBi3yY1p46HbN4uL2rPDpAWg El mandatario se había enterado de Maritza y la RBA. “Proyectos como este,” dijo, “que nacen del barrio, hay que sostenerlos…”

¿Por qué es esto tan importante? La RBA ha estado trabajando desde 2012 como una red de base para llamar la atención sobre el hecho de que el racismo todavía existe en Cuba. Maritza me dijo que el primer objetivo de la RBA, y posiblemente lo más difícil, es hacer que sus vecines se den cuenta de que el racismo no ha sido completamente eliminado de la vida cotidiana en Cuba. En el artículo “Aprendizajes Que Abren Caminos y Muestran Miradas Diferentes,” escrito por Damayanti Matos Abreu en Refracciones en esta edición de Contours, presenta cómo la comprensión de la raza y el racismo en los barrios se había profundizado en los primeros cinco años de trabajo de la RBA. Muchos de los participantes en los talleres sobre racismo habían sido cubanes negres, y muchos de elles inicialmente no pudieron identificar ejemplos de racismo en la vida cotidiana. En los primeros cinco años, 2012-2017, la RBA creó conciencia en varios barrios sobre cómo el racismo satura sus vidas cotidianas. Mientras Tomás Fernández Robaina escribe sobre la historia de los movimientos antirracistas desde 1902 (2019, p. 8), Zuleica Romay (2015) encuentra que el discurso antirracista en Cuba ha sido más visible entre académicos e intelectuales. En las últimas décadas, sin embargo, el discurso antirracista “adquiere cada vez más visibilidad en los debates y reflexiones promovidos por activistas sociales, publicaciones digitales, investigaciones históricas, culturales y sociológicas […]. El debate toca tierra en los barrios donde la gente se reúne en torno a proyectos comunitarios y aprende a nutrir las redes solidarias que teje la pobreza, con una reflexión sobre la historia y la cultura que eventualmente se convertirá en actividad política.” Donde antes había sido ilegible, el activismo diligente, de base y antirracista de la RBA ahora ha sido reconocido a nivel nacional.

Esta primera edición de Contours destaca la Red Barrial Afrodescendiente. Cuatro integrantes de la Coordinación, Maritza López McBean, Idelsi Bárbara Alfonso Sandrino, Roberto Zulueta Zulueta, y Damayanti Matos Abreu, presentan algunas de las investigaciones que realizaron para su proceso de sistematización, una evaluación profunda del trabajo que ha realizado la RBA para plantear conciencia durante sus primeros cinco años, 2012-2017. Los miembros de la Coordinación también crearon nuevas metas basadas en lo que aprendieron. En Contextos, en su ensayo “Red Barrial Afrodescendiente, desde comunidades de base en la concientización antirracista,” Maritza López McBean presenta la RBA y la sistematización. Idelsi Bárbara Alfonso Sandrino, en su ensayo “Resiliencia y Diálogo Interreligioso en La Habana,” señala la falta de publicaciones sobre las religiones afrocubanas en el archivo. Roberto Zulueta Zulueta profundiza en la historia del racismo en Cuba en “Discriminación racial en Cuba. Una mirada resiliente ante los desafíos del siglo XXI.” Si bien estos ensayos aparecen en Contextos para situar el trabajo de la RBA, el ensayo de Damayanti Matos Abreu aparece en Refracciones, ofreciendo su análisis del proceso de sistematización y demostrando el impacto que la RBA ha tenido a través de sus numerosos talleres del barrio. Estos trabajos significativos brindan una visión crucial de las formas en que el activismo antirracista ocurre en el contexto cubano y, lo que es muy importante, se suman a la literatura sobre el racismo anti-negro en el Caribe.

En Activaciones, tres ensayos se enfocan en proyectos que, de diferentes formas, activan espacios que fortalecen las comunidades barriales a través de prácticas antirracistas y eventos. Raúl “Kimbo” Domínguez y Yudania García, líderes barriales de La Marina en Matanzas comprometidos con el mantenimiento de las prácticas culturales y religiosas tradicionales, con su hijo Raúl “Yunior” Domínguez García, detallan el pasado y el presente en “Las Festividades del Muñeco de San Juan.” Myrna Padrón Dickson y Siria Gonzalez en Coco Solo de Marianao han creado La Fiesta de Doble Negras. En “La Casa Tomada mirArte y Los Puentes de Amistad,” escriben sobre la importancia crítica de este evento mensual desde su lente antidiscriminatoria en la intersección de raza, género, y sexualidad. En “La Muñeca Negra:  La belleza negra siempre ha estado presente,” Margarita Montalvo y Martiza Arango Montalvo presentan la cooperativa de mujeres que contrarrestan las conceptualizaciones estereotipadas de las mujeres negras a través de sus producciones artísticas. Los tres proyectos centralizan sus propios vecindarios incluso cuando han incluido participantes, visitantes, académiques, y colaboradores de otros barrios en Cuba y más allá.

La Editora de Diseño de Contours, Maxine Nwigwe, se detiene en los paisajes de la negritud en “Momentos Meditativos,” un ensayo fotográfico en Reflexiones, que establece conexiones entre la “estética de la opresión” que presenció en Cuba y las que ha llegado a conocer como una mujer nigeriana estadounidense que vive en la diáspora. Les activistas han estado reconstruyendo estos paisajes de negritud reconociendo las necesidades y fortalezas de sus comunidades. 

Siguiendo el artículo de Damayanti Matos Abreu en Refracciones, mi artículo, “Los Pequeños Activismos de la Vida Cotidiana,” considera los matices y sutiles cambios que cultiva la obra de La Muñeca Negra, La Marina, y La Casa Tomada mirArte. Simultáneamente hago legibles los procesos relacionales de investigación, escritura, y traducción.

Esta primera edición de Contours, La Red Barrial Afrodescendiente: Propuestas antirracistas en el contexto cubano, aspira a generar una contribución multivocal pero crítica a la comprensión del activismo antirracista. Iniciada en 2012, la Red Barrial Afrodescendiente continúa abriendo caminos para crear conexiones barriales y globales hacia 2022.

 

Seleccione Bibliografía

Almeida Junco, Yulexis. Gender and Raciality: An Obligatory Reflection in Contemporary Cuba, p. 113 – 126. Afrocubanas: History, Thought, and Cultural Practices. Devyn Spence Benson, ed., translated by Karina Alma; Daisy Rubiera Castillo and Inés María Martiatu Terry, eds. London and New York: Rowman & Littlefield International, 2020.

Benson, Devyn Spence. Antiracism in Cuba: The Unfinished Revolution. Chapel Hill: University of North Carolina Press, 2016.

Clealand, Danielle P. “When Ideology Clashes with Reality: Racial Discrimination and Black Identity in Contemporary Cuba.” Ethnic and Racial Studies 36, no. 10 (2013): 1619-636.

Dixon, Kwame., and John Burdick. Comparative Perspectives on Afro-Latin America. Gainesville, Florida: University Press of Florida, 2012.

Fuente, Alejandro De La. A Nation for All : Race, Inequality, and Politics in Twentieth-century Cuba. Envisioning Cuba. Chapel Hill: University of North Carolina Press, 2001.

Iglesias Utset, Marial. Las metáforas del cambio en la vida cotidiana : Cuba 1898-1902. Cuidad de La Habana: Ediciones Unión. 2003.

Morad, Moshe, and Taylor & Francis. Fiesta De Diez Pesos : Music and Gay Identity in Special Period Cuba. SOAS Musicology Series. Farnham ; Burlington, VT: Ashgate, 2014.

Nolen, Stephanie. A New Cuban Revolution and the Stark Divide Between Rich and Poor. The Globe and Mail. Jan. 5, 2017. (accessed through the internet on July 31, 2017.)

Pérez, Emma. The Decolonial Imaginary: Writing Chicanas into History. Theories of Representation and Difference. Bloomington: Indiana University Press, 1999.

Pérez, Louis A. Cuba: Between Reform and Revolution. New York: Oxford University Press, 2006.

Romay Guerra, Zuleica. “De Afrocubanos a Cubanos Negros. Africanidad y Color de Piel en el Imaginario Social Cubano.” Revista Brasileira De Estudos Africanos 3, no. 6 (2019): Revista Brasileira De Estudos Africanos, 2019-03-21, Vol.3 (6).

Romay Guerra, Zuleica. “Háblame De Colores: Cultura Y Política En El Debate Racial Cubano.” Cuadernos Del CILHA : Revista Del Centro Interdisciplinario De Literatura Hispanoamericana 16, no. 2 (2015): 60-88.

Sawyer, Mark Q. Racial Politics in Post-revolutionary Cuba. New York: Cambridge University Press, 2006.

  • 1
    La historiadora cubana Marial Iglesias Utset (2003) teoriza las prácticas históricas de la vida cotidiana en Cuba, vinculando su marco teórico al de Michel DeCerteau (1988). Véase también Zuleica Romay (2015).
  • 2
    Devyn Spence Benson lo presenta en su libro Antirracismo en Cuba: La Revolución Inconclusa (2016). Véase también Stephanie Nolen (2017). Mark Sawyer, por ejemplo, encuentra que “la educación desigual de los negros en la era prerrevolucionaria, así como su ubicación en los barrios y regiones más pobres y su participación en el sector azucarero de la economía, tuvo un impacto sustancial en la desigualdad racial relativa después de la revolución ”(Sawyer 2006, xviii).
  • 3
    “Cuba reconoce ‘vestigios’ de racismo, lanza programa para combatirlo” del 22 de noviembre de 2019, consultado el 30 de noviembre de 2019. https://www.reuters.com/article/us-cuba-racism/cuba-acknowledges-vestiges-of-racism-launches-program-to-fight-it-idUSKBN1XX00C
  • 4
    “Trabaja Cuba en Programa nacional contra el racismo y la discriminación racial,” 13 de marzo de 2013. http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/03/13/trabaja-cuba-en-programa-nacional-contra-el-racismo-y-la-discriminacion-racial/?fbclid=IwAR1utl76Kfr_Mhvs2uNIQShrsbBi3yY1p46HbN4uL2rPDpAWg