Martiza López McBean, coordinator of the Red Barrial Afrodescendiente, sits with my daughters in sculptor Margarita Montalvo’s home. Photo by Cindy García, 2019. -- Martiza López McBean, coordinadora de la Red Barrial Afrodescendiente, sentada con mis hijas en casa de la escultora Margarita Montalvo. Foto de Cindy García, 2019.

Gratitud y Aperturas

Escrito y Traducido por Cindy García

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Una publicación feminista descolonial que se esfuerza por ser metodológicamente cuir, no jerárquica, y antirracista lleva tiempo, especialmente en todos los idiomas, culturas, y zonas horarias durante una pandemia global, una administración Trump que incitó a una insurrección, un barrio en llamas después que la policía mató a George Floyd, y mientras los cubanos continúan lidiando con los efectos estranguladores que el bloqueo estadounidense, la escasez de alimentos y medicinas, y la discriminación racial que continúan afectando les negres en la vida cotidiana. 

¿Cómo ampliar las formas de navegar tanto por el racismo estructural como por el racismo de la vida cotidiana? ¿Cómo desarrollar aún más las posibilidades de los espacios compartidos para el conocimiento y la solidaridad de les negres, latines, y negres latines? ¿Qué herramientas y formas de pensar están disponibles fuera del capitalismo y en qué medida se activan en Estados Unidos? ¿Y cómo podríamos compartir en Cuba lo que hemos aprendido mientras vivíamos en nuestros barrios estadounidenses? El marco que me gustaría usar no es uno que coloque el capitalismo y el comunismo, Estados Unidos y Cuba en un binario. Me interesan las formas en que la praxis activista antirracista atraviesa los barrios y crea relaciones interseccionales. Las relaciones transnacionales no se forman fuera del poder. Los Estados Unidos ha impuesto un bloqueo contra Cuba desde 1962, y esto también impregna lo que es posible en la vida cotidiana. Mi atención se centra en lo social, ya que está entrelazado con lo estructural. Maritza Arango Montalvo, coordinadora del Proyecto La Muñeca Negra, me ha dicho que el antirracismo “es un trabajo conjunto en el nivel social.” Contours amplifica este trabajo conjunto en el espacio digital.

Me gustaría agradecer a quienes tan generosamente compartieron su tiempo, conocimientos, conexiones, y amistad con mis hijas y conmigo mientras vivíamos en los barrios de Cuba. Agradecemos a los miembros del grupo de Coordinación de la Red Barrial Afrodescendiente (RBA): Martiza López McBean, Damayanti Matos Abreu, Idelsi Bárbara Alfonso Sandrino, y Roberto Zulueta Zulueta. El Coordinador de Comunicaciones Internacionales de RBA, Geoffroy Delaforcade, quien ayudó a abrir muchas puertas. También nos gustaría agradecer a nuestros compañeros de ASERE por compartir sus conocimientos, y especialmente, gracias a Louis Seyler por compartir sus fotos. Las personas y proyectos afiliados a la red RBA destacados en esta edición: Margarita Montalvo y Martiza Arango Montalvo de La Muñeca Negra; Raúl “Kimbo” Domínguez y Yudandia García de La Marina; Myrna Padrón Dickson y Siria González de La Casa Tomada mirArte. En particular, quiero agradecer a Moraima López McBean, hermana de Maritza, que pasó muchas mañanas en su patio explicándome los contextos culturales, históricos y políticos de Cuba y presentándome a les vecines del Balcón Arimao.

Cada artículo de esta edición se sometió a un proceso colectivo intencional de crítica. La editora invitada Martiza López McBean y la coordinación de la RBA leyeron todos los ensayos escritos por todes les colaboradores cubanes antes de enviárselos a Maxine y a mí. Yo, junto con el algoritmo que impulsa a Google, traduje aproximadamente los ensayos al inglés para que Maxine y yo pudiéramos edítelos para que tengan significado juntos, ya que el idioma dominante de Maxine es el inglés. Luego, enviábamos nuestras preguntas a Maritza, quien las distribuiría a cada miembro de la coordinación que era un enlace para cada una de las experiencias. Idelsi consultó con Myrna y Siria en la Casa Tomada mirArte, Damayanti consultó con Kimbo y Yudania de La Marina, y Maritza y Roberto consultaron con Martiza A. y Margarita de La Muñeca Negra. Cuando las revisiones estuvieron listas, comenzamos el proceso una vez más. Muchas gracias a la Editora Asistente Devon Severson por ayudar a editar borradores de las experiencias como parte de su proyecto del Undergraduate Research Opportunities Program de la Universidad de Minnesota, y por traducir, editar, y estandarizar elementos de los artículos en toda la publicación. Amilcar Ortíz ayudó a editar los escritos en español; sus experiencias tanto en Cuba como en Estados Unidos fortalecieron inmensamente toda la colaboración. Maxine y yo también leímos detenidamente los ensayos escritos por les miembres de coordinación de la RBA y mantuvimos reuniones virtuales con elles durante cada ensayo. Leyeron detenidamente los ensayos que Maxine y yo produjimos. Las reuniones virtuales consistieron en una rigurosa correspondencia grupal de mensajes de texto a través de WhatsApp. Gracias a todes que participaron en esta publicación por su increíble paciencia y perseverancia.

La Universidad de Minnesota ha apoyado este proyecto de múltiples formas. Ayudaron a financiar este proyecto en las primeras etapas con un premio de investigación interdisciplinaria Grand Challenges titulado Grand Challenges Interdisciplinary Research Award, “Displacement, Dispossession, Belonging, and Embodiment: Co-creating Translocal Sciences and Arts of Storytelling for Justice.” Roozbeh Shirazi y Kristine Miller me invitaron a unirme a esta empresa colaborativa, beneficiándome de su pensamiento inicial sobre las activaciones transnacionales hacia la justicia. Los conocimientos de Richa Nagar fueron cruciales para el marco general de la subvención. Agradezco a este equipo su profunda atención y sus conocimientos críticos sobre la forma en que este proyecto se desarrolló en Cuba y en relación con sus propios sitios de investigación en París y Minneapolis. El objetivo primordial del proyecto Grand Challenges más grande era co-crear entendimientos globales y translocales de desplazamiento, despojo, encarnación, y pertenencia en relación unos con otros mientras también articulaban nuevas posibilidades de justicia social a través de alianzas a largo plazo de confianza mutua. Una subvención del Imagine Fund de la Universidad de Minnesota apoyó las etapas posteriores de esta publicación.

La asociación comunitaria con el RBA intenta co-crear conocimiento de prácticas antirracistas. Contours ha surgido para rastrear parte de este conocimiento compartido e imaginar nuevos caminos para moverse a través de paisajes racistas.

Mi relación con la RBA se reconoce formalmente a través de un Memorando de Entendimiento entre el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello en La Habana (ICICJM) y la Facultad de Artes Liberales de la Universidad de Minnesota. Este memorando de entendimiento apoya la relación académica entre las dos instituciones. Maritza López McBean y Geoffroy Delaforcade fueron fundamentales para la formación del Memorando de Entendimiento, ya que ambos facilitaron esta relación desde el lado del RBA en La Habana. Agradezco especialmente a la gente del ICICJM, la directora Elena Socarrás de la Fuente, Rodrigo Espina, y Henry Heredia por su entusiasmo con esta relación. También aprecio mucho a las personas de la Alianza de Estrategias y Programas Globales de la Universidad de Minnesota que brindaron apoyo en la creación del Memorando de Entendimiento con ICICJM: Meredith McQuaid Vicepresidenta Asociada y Decana de Programas Internacionales, Molly Portz Vicedecana de Programas Internacionales, Las Coordinadoras de Salud, Seguridad y Cumplimiento Internacional Madeline Buck, y Alyssa Klein, y el Oficial de Controles de Exportación y Representante Designado de Cuba Patrick Briscoe.

Kristine Miller, mi co-investigadora principal de Grand Challenges, me presentó las publicaciones de acceso abierto a través de los Servicios de Publicación de Bibliotecas de la Universidad de Minnesota al compartir conmigo su propio libro digital, Introduction to Design Equity. Me di cuenta de que el formato de acceso abierto encajaba muy bien con los objetivos de co-crear conocimiento y hacerlo lo más accesible posible. En conversaciones con Kristine, surgió la idea de Contours y la biblioteca me otorgó un contrato de publicación. Inmediatamente invité a la Dra. Maxine Nwigwe para que fuera la editora de diseño y juntas comenzamos a imaginar los detalles de lo que Contours se ha convertido. Estamos muy agradecidas con el brillante equipo de publicaciones de las Bibliotecas de la Universidad de Minnesota que se han unido a nosotres en este proyecto feminista descolonial: Shane Nackerud, Emma Molls, y John Barneson.

Mucha gratitud para todes Ustedes.

 

Consultas

Una tarde (17 de junio de 2018) Egle Ferrera vino a visitarme a la casa particular donde me hospedaba con mis hijas en Santiago de Cuba. Aunque todavía no nos habíamos conocido en persona, Maritza López McBean me había dado el número de Egle para que pudiéramos tener una conversación sobre la raza en Cuba. La red de la RBA no incluía ningún proyecto afiliado formalmente en Santiago, pero aún tenía conexiones allí, al otro lado de la isla, con organizaciones como el Centro Cultural Africano donde trabajaba Egle. Egle insistió en venir a visitarme en lugar de que yo llevara a las niñas a su ubicación. Además, estaba familiarizada con el vecindario y le resultó fácil pasar por allí, había dicho. Me sorprendió su voluntad de hacer todo lo posible para tener esta conversación, no simplemente un acto generoso, sino también un reconocimiento de la importancia de la RBA y su compromiso compartido con el antirracismo.

Nos sentamos en el patio rodeados de enredaderas que serpentean para protegernos del sol. Mis hijas salen de nuestra habitación con aire acondicionado para saludar y luego abandonan rápidamente la formalidad y la humedad. Intercambiamos detalles de nuestras familias y proyectos con la facilidad de viejos amigos hasta que Egle me cuenta la historia de un grupo de una universidad estadounidense que se había reunido con ella no hace mucho. Le habían hecho tantas preguntas políticas y actuaron como si estuvieran allí para resolver los problemas de Cuba. Egle les dijo que tenían muchos problemas políticos propios que resolver en Estados Unidos. Dijo que no hablaría con ellos de política sino de cultura. Estoy enfáticamente de acuerdo con ella en que este tipo de preguntas eran problemáticas. Y, sin embargo, implicada como parte de una universidad de los Estados Unidos, repito en mi mente lo que le he dicho sobre mi proyecto y las preguntas sobre la raza. ¿Me había sobrepasado? Si en esta primera reunión de este viaje hubiera enmarcado mi investigación como extractiva, en lugar de la forma en que imaginaba, la habría construido cuidadosamente en mis propuestas de subvención, como un proyecto feminista, descolonial, consciente pero con la intención de trabajar a través de los desequilibrios de poder, para promover el intercambio de conocimientos hacia solidaridades antirracistas transnacionales? Antes de que pueda formular esa respuesta en español, Egle me dice que mi pregunta es diferente porque tiene sus raíces en mi relación con mis hijas negras. Por esa razón, hablará conmigo sobre la política racial. En mi búsqueda de abrir caminos hacia el antirracismo para mis hijas, han abierto un camino para este intercambio de conocimientos.

Aun así, me doy cuenta de que mi condición de profesora universitaria chicana estadounidense de piel clara requiere que recuerde continuamente los privilegios de nación y raza que tengo en mis relaciones con lxs activistas, artistas, académiques, y trabajadores de la cultura cubana que iba a conocer en este proyecto. Egle amplió la importancia del conocimiento como algo para compartir y contribuyó a la idea de situar mi conexión con mi barrio en relación con la conexión del RBA con su barrio.

Conceptualizando barrios

La RBA estableció la página de Facebook de nombre ASERE / Red Barrial Afrodescendiente como una forma de mantenerse conectado durante la pandemia global. Mi primera entrada en la página considera más el concepto del barrio. ASERE es un grupo de académicos y activistas que viven fuera de Cuba que mantienen estrecha relación con la RBA. Maxine y yo nos convertimos en parte de ASERE en sus primeros días en octubre de 2018, en un viaje organizado por Geoffroy Delaforcade, profesor de la Universidad Estatal de Norfolk y Coordinador de Comunicaciones Internacionales de la RBA. Cómo se aborda en el ensayo fotográfico de Maxine en Reflexiones, este viaje incluyó un simposio sobre raza en la Casa de las Américas de la Habana y el compromiso con la RBA tanto en La Habana como en Matanzas. La experiencia marcó una relación colectiva emergente entre la RBA y ASERE, una idea impulsada por Geoffroy y Maritza. 1Geoffrey Delaforcade y el miembro de ASERE Devyn Springer escribieron un artículo de 2020 sobre la RBA y este viaje en Souls.

17 de abril de 2020 (mi publicación de la página de Facebook de ASERE / RBA)

A menudo nos he visto pensando en la relación RBA / ASERE enmarcada por país: Cuba / EE. UU. Pero también nos he observado hablando extensamente sobre el barrio de Balcón Arimao, hogar de la coordinadora de la RBA, Maritza McBean, y su familia. Muchos de los de ASERE hemos visitado al Kimbo y a Yudania para conocer proyectos en La Marina. Algunos de nosotros hemos visitado Idelsi en su barrio Agrario, Damayanti en Santa Fe, la casa de Myrna y Siria en Coco Solo. En cada uno de estos barrios he oído hablar de proyectos comunitarios y de un liderazgo atento e inquebrantable. Cuando estuve en Cuba el año pasado, comencé a pensar más en cómo podría relacionarme con la RBA como una persona del barrio de Powderhorn Park en los Estados Unidos, dando otra dimensión a cómo puedo pensar en nuestra relación.

Me pregunto cómo está afectando la pandemia de Covid-19 a las comunidades de vecinos en Cuba y cómo el trabajo de la RBA puede haber cambiado o no a causa de ella. En Powderhorn Park, he visto una fuerte respuesta comunitaria por parte de los activistas y residentes del vecindario. Powderhorn Park es un barrio muy diverso en el sur de Minneapolis, en términos de raza, clase, sexualidad, y estado de ciudadanía. Muchas personas en este barrio se consideran trabajadores “esenciales:” las enfermeras, los empleados de las tiendas de comestibles, los trabajadores de saneamiento y otros que continúan saliendo físicamente de sus hogares todos los días para ir a trabajar. Cuando golpeó la pandemia, muchas personas perdieron sus trabajos o ingresos debido al cierre de restaurantes y pequeñas clínicas hospitalarias. Inmediatamente, la activista Susan Raffo comenzó a discutir la mayor necesidad de ayuda mutua y comenzó a hacer circular un documento en Facebook que pedía a las personas que respondieran qué tipo de servicio podían ofrecer al vecindario. La lista incluía personas que irían a comprar comestibles para quienes no podían, proporcionarían préstamos o dinero, proporcionarían cuidado infantil a los trabajadores de la salud, llevarían al hospital, etc. La lista ahora tiene páginas y páginas.

Cuando nos enteramos de que el gobierno de los EE. UU. daría cheques de estímulo a cada adulto y niño, también nos enteramos de que nuestres vecines que no eran ciudadanes no iban a recibir ningún cheque. Muchos de estos vecinos son los que más necesitan dinero. Les vecines comenzaron a circular mensajes pidiendo a quienes podamos redistribuir nuestros cheques a organizaciones que trabajan con inmigrantes indocumentados, como Navigate MN, una organización centrada en Minneapolis. […]

Estas historias más pequeñas de ayuda mutua y distribución de recursos pueden parecer insignificantes dada la importancia más grande y crítica del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y sus crueles efectos. Pero estas acciones barriales me recuerdan las acciones barriales que realiza la RBA, donde la fuerza se construye a partir de los recursos compartidos de un barrio. Me pregunto cómo cada uno de nuestros barrios o redes podría estar respondiendo a este momento de la pandemia y cómo conocer estas respuestas podría profundizar nuestra comprensión de cómo podemos crecer como red. 2En junio de 2021, mi barrio en el sur de Minneapolis soportó tanto la pandemia como el “uprising” (levantamiento) después de que el oficial de policía Derek Chauvin asesinara a George Floyd. Las manifestaciones de dolor e ira se encontraron con gases lacrimógenos y balas de goma. Los activistas organizaron protesta tras protesta, y los vecinos crearon George Floyd Square en la intersección de su muerte, llenando el espacio con flores, murales, esculturas, música, críticas al capitalismo racial, y llamadas a abolir el sistema actual de vigilancia de la policia.

Notas de la memoria, experimentado el 28/6/2018 y escrito el 3/2/2021

Mis hijas y yo miramos por la ventana del taxi buscando una casa celeste en Balcón Arimao en La Lisa, la casa de Maritza López McBean. La Lisa, me han dicho, tiene las siguientes características:

  1. Predomina la población negra.
  2. Es un barrio vulnerable de poco poder adquisitivo.
  3. Religioses par excelencia, predominantemente de la relgión afrocubana de raíz Yoruba, aunque existen muchas otras. 3Maritza Arango Montalvo, mensaje de Facebook a la autora, 8 de febrero de 2020.

El taxista no estaba familiarizado con este barrio y parecía descontento por haber accedido a llevarnos tan lejos de las rutas turísticas habituales. Se había detenido a pedir direcciones a unas diez personas diferentes, una vez que entró en el municipio de La Lisa, buscando la dirección en Balcón Arimao. “Está junto al cementerio,” habían dicho. “Antes de llegar a la escuela y cerca de la Casa Comunitaria Paulo Freire.” La gente del barrio ayudó al conductor y a mí a forjar un mapa de un lugar en el que nunca habíamos estado. 

Al hacer una búsqueda bibliográfica sobre el antirracismo en Cuba aproximadamente un año antes, en 2017, me encontré con la RBA a través del sitio web AfroCubaWeb y me sorprendió la cantidad de artículos que abordaban el racismo en Cuba, recopilados en el sitio desde 1999. Entonces me di cuenta de que 1999 era la época en que el Período Especial en el Tiempo de Paz 4El nombre que le dio el gobierno cubana a la crisis económica que sufrio Cuba tras la desaparición del campo socialista en Europa del Este. estaba llegando a su fin. Un artículo de 2015 de Daisy Rubiera, “Seguiremos el Camino” presentó a la RBA como un espacio: “Espacio de reflexión y diálogo antiimperialista, anticapitalista y antihegemónico, emprendería acciones encaminadas a un mayor reconocimiento y valoración social de las y los afrodescendiente.” Las tres fundadoras de la RBA, Maritza López McBean, Hildelisa Leal Díaz, y Damayanti Matos Abreu también habían escrito un artículo de 2017 publicado en Afromodernidades, vinculado a AfroCubaWeb, que delineaba los objetivos de la RBA incluyendo: “Sensibilizar y capacitar a l@s integrantes de la Red Barrial Afrodescendiente, para que puedan captar las expresiones de estereotipos, sexista, racistas y negativos, perpetuadores de viejas y nuevas formas de discriminación racial para su identificación y enfrentamiento.”5Publicado el 4, 2017; accedido August 18, 2017.

Como Maritza me recordaría muchas veces, la RBA no es una institución y no es una organización. La RBA es una red. La red apoya los cambios ideológicos y estructurales de la revolución y trabaja activamente contra el racismo a nivel micropolítico, en las prácticas culturales de la vida cotidiana. Como teórico cultural que se centra en las coreografías sociales, me preguntaba si podría contribuir a su objetivo analizando el movimiento y las interacciones en la vida cotidiana. Parte de mi investigación inicial fue comenzar a trazar los contornos de la red: las personas, los proyectos y los paisajes relacionales del barrio y transbarrio. Martiza y yo estábamos a punto de tener una conversación al respecto.

Nos oye cuando salimos del taxi y antes de que podamos saludarnos como lo harían los nueves amigues que solo se han conocido por correo electrónico y llamadas telefónicas, dice: “Ve a pedirle al conductor que te recoja más tarde porque los taxis no pasan por aquí. No vas a poder irte.” Mis hijas y yo íbamos a vivir en La Lisa durante cinco meses, junto a Maritza. Ella y su familia iban a ayudarnos a aprender las reglas sociales y culturales de este barrio. La hermana de Maritza, Moraima, iba a nutrir mi relación con La Lisa a través de muchas conversaciones en el portal de su casa y presentaciones a les vecines que se detendrían a charlar.

​​A workshop on extensions and crochet with Proyecto Rizos led by Audrey Gardner in collaboration with Proyecto Rizos coordinator Moraima López McBean and with Cindy García. Photo by Cindy García 2019.
​​Taller de extensiones y crochet dirigido por Audrey Gardner en colaboración con la coordinadora de Proyecto Rizos Moraima López McBean, y con Cindy García. Foto de Cindy García, 2019.

Una vez que le supliqué al conductor que regresara en dos horas y pagué más por ese servicio, Maritza y yo finalmente pudimos comenzar.

Footnotes

  • 1
    Geoffrey Delaforcade y el miembro de ASERE Devyn Springer escribieron un artículo de 2020 sobre la RBA y este viaje en Souls.
  • 2
    En junio de 2021, mi barrio en el sur de Minneapolis soportó tanto la pandemia como el “uprising” (levantamiento) después de que el oficial de policía Derek Chauvin asesinara a George Floyd. Las manifestaciones de dolor e ira se encontraron con gases lacrimógenos y balas de goma. Los activistas organizaron protesta tras protesta, y los vecinos crearon George Floyd Square en la intersección de su muerte, llenando el espacio con flores, murales, esculturas, música, críticas al capitalismo racial, y llamadas a abolir el sistema actual de vigilancia de la policia.
  • 3
    Maritza Arango Montalvo, mensaje de Facebook a la autora, 8 de febrero de 2020.
  • 4
    El nombre que le dio el gobierno cubana a la crisis económica que sufrio Cuba tras la desaparición del campo socialista en Europa del Este.
  • 5
    Publicado el 4, 2017; accedido August 18, 2017.